El hombre es un lobo para el hombre...
Y cito a Hobbes, porque me parece la forma más "literal" de describir la atmósfera de esta dura película.
En un mundo post-apocalíptico, muerto, vacío, inhóspito... un padre y un hijo viajan juntos intentando sobrevivir entre los últimos reductos de humanidad, un mundo en que la única comida son ellos mismos...
Nos encontramos ante una dura reflexión sobre el ser humano, y es que esta adaptación literaria (bastante fiel por lo que he podido leer), hace que exploremos situaciones sobre nuestra propia conducta, y que nos planteemos "como actuaríamos si..."
Durante todo el metraje se respira una atmósfera desesperanzadora, y la amenaza de morir devorados, convive con la de prepararse para el suicidio. La fantástica recreación de este apocalipsis contribuye a que se genere este clima, mostrándonos un mundo constantemente gris y sin vida, en el que no parece merecer la pena vivir.
Sobresalientes trabajos de actores, tanto el de un enorme Vigo Mortensen, como el del niño Kodi Smit, que sabe transmitirnos a través de su mirada el desconcierto por la falta de humanidad, y la sorpresa antes los pequeños indicios de lo que fue el mundo tal y como se conoció. Notables también los secundarios, que aportan enormemente a pesar de sus pequeñas apariciones.
Sin embargo no nos encontramos ante una película fácil, y su insistencia en mostrarnos la desolación del mundo, hace que en ocasiones pueda resultar lenta o falta de trama. Estamos ante la historia de amor entre un padre y su hijo, ante un manual de supervivencia y ante duras reflexiones dificiles de digerir.
En definitiva un interesante retrato del ser humano llevado a circunstancias extremas, no apto para todos los públicos, y no precisamente por la dureza de sus imágenes.
En definitiva un interesante retrato del ser humano llevado a circunstancias extremas, no apto para todos los públicos, y no precisamente por la dureza de sus imágenes.
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