miércoles, 29 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
sábado, 11 de junio de 2011
El día que...
Me reencontré con mis compañeros de EGB
Es curioso como evolucionan las relaciones humanas, y es que con el avance de redes sociales, esa típica escena de película americana, en la que la clase del 68 se reune en un gimnasio, llevando pegatinas "Hello, my name is", está cada vez más al alcance de cualquiera.
Pertenecí a un gran grupo de EGB, estuve en el mismo grupo desde el primer curso hasta el último, al igual que muchos de mis compañeros, y tengo el grato recuerdo de haber pasado esos inocentes años rodeado de pequeñas grandes personas.
Quien más y quien menos ha tenido un mínimo de contacto en estos años, y es que han pasado algo más de 15 años desde que dejara la escuela, pero al menos en mi caso, había demasiados de los que apenas sabía nada desde entonces, y aún quedan algunos que ni siquiera se si reconocería.
El destino quiso que 3 de las personas que compartieron esos años nos dejaran tempranamente, una de ellas muy recientemente, por lo que los pocos que ya estábamos en contacto decidimos que era un buen momento para intentar buscarnos y juntarnos a todos, que no había mejor forma que rendir homenaje a sus memorias que reuniéndonos y recordando tantas buenas historias que nos dejaron una infancia compartida.
Es extremadamente curioso descubrir cómo han crecido, cómo han madurado, lo distintos que somos ahora muchos de nosotros, los caminos tan diferentes que tomaron nuestras vidas, pero es increíblemente satisfactorio ver como en apenas 5 minutos puedes recuperar la confianza con una persona que hace más años que no ves, que años la conociste, descubrir que esa conexión y complicidad sigue ahí, dormida, pero intacta, y que al igual que el niño que seguimos teniendo dentro, puede despertar.
Quizás hubiera sido más carismático que esto sucediera dentro de algunos años más, quizás este momento de caos no es el mejor para enfrentarse a las incómodas situaciones en las que tienes que hablar de tu vida cuando esta está llena de incertidumbre, quizás pensaras que estas cosas no eran para ti, pero quizás si esperas más, quien sabe quien más no podrá acudir, quizás descubras que eres quien eres también gracias a ellos.

Pertenecí a un gran grupo de EGB, estuve en el mismo grupo desde el primer curso hasta el último, al igual que muchos de mis compañeros, y tengo el grato recuerdo de haber pasado esos inocentes años rodeado de pequeñas grandes personas.
Quien más y quien menos ha tenido un mínimo de contacto en estos años, y es que han pasado algo más de 15 años desde que dejara la escuela, pero al menos en mi caso, había demasiados de los que apenas sabía nada desde entonces, y aún quedan algunos que ni siquiera se si reconocería.
El destino quiso que 3 de las personas que compartieron esos años nos dejaran tempranamente, una de ellas muy recientemente, por lo que los pocos que ya estábamos en contacto decidimos que era un buen momento para intentar buscarnos y juntarnos a todos, que no había mejor forma que rendir homenaje a sus memorias que reuniéndonos y recordando tantas buenas historias que nos dejaron una infancia compartida.
Es extremadamente curioso descubrir cómo han crecido, cómo han madurado, lo distintos que somos ahora muchos de nosotros, los caminos tan diferentes que tomaron nuestras vidas, pero es increíblemente satisfactorio ver como en apenas 5 minutos puedes recuperar la confianza con una persona que hace más años que no ves, que años la conociste, descubrir que esa conexión y complicidad sigue ahí, dormida, pero intacta, y que al igual que el niño que seguimos teniendo dentro, puede despertar.
Quizás hubiera sido más carismático que esto sucediera dentro de algunos años más, quizás este momento de caos no es el mejor para enfrentarse a las incómodas situaciones en las que tienes que hablar de tu vida cuando esta está llena de incertidumbre, quizás pensaras que estas cosas no eran para ti, pero quizás si esperas más, quien sabe quien más no podrá acudir, quizás descubras que eres quien eres también gracias a ellos.
Definitivamente no esperaremos otros 15 años para volver a vernos...
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El día que...
miércoles, 8 de junio de 2011
Hoy he visto...
X-Men
"First Class"
Y lo he pasado genial...
Y lo he pasado genial...
Película que nos sitúa en los años 60, y que nos muestra, a través de la relación entre Charles Xavier (Profesor X), y Eric Lensherr (Magneto), los orígenes de los X-Men, y el cómo se dieron a conocer los mutantes al mundo.
Allá por el año 2000, los
X-Men fueron llevados por primera vez a la pantalla grande, y con gran éxito, y es que tanto por la riqueza de algunos de sus personajes como por las referencias políticas y sociales, esta saga es de lo mejorcito que Marvel puede ofrecer.
Matthew Vaughn, quien fuera también director de la reciente "Kick-Ass", ha sido el encargado de dirigir esta precuela, en la que, aunque desvinculado de la dirección, se nota la mano de Bryan Singer, quien fuera director de las dos primeras y más celebradas películas de la saga, y que en esta ocasión ha ejercido como productor y creador de la historia.
Es precisamente mediante este tono, por el cual la historia puede llegar a poseer gran riqueza, ya que uno de los grandes atractivos que tiene son las posibles lecturas sociales que se pueden hacer por medio del rechazo que sufren los mutantes, y el cómo se crean dos corrientes, la una a favor de la coexistencia e integración con los humanos, y la otra a favor de la evolución natural y del derecho a ejercer como nueva especie dominante.
Es a raíz de estas dos corrientes cuando la historia toma fuerza, y a través del origen de la relación entre sus dos carismáticos lideres como se nos plantea la historia en esta ocasión. Los dos actores escogidos para interpretar a los jóvenes "Profesor X" y "Magneto" no han podido ser más acertados, y la química surgida entre James McAvoy y Michael Fassbender nos ha dejado grandes escenas, ambientado todo ello en un contexto histórico que dota a gran parte de la película de un interesante tono retro.
En X-Men "First Class", tenemos una buena película, que ha sabido hacer renacer una saga que disfrutó de dos estupendas entregas, consiguiendo al menos mantener el nivel de estas dos primeras, ya que tanto en X-Men 3, y en especial en "X-Men Orígenes: Lobezno", la cosa bajó bastante de nivel, pero afortunadamente en esta ocasión, recuperamos el ritmo y encanto que nos mostró Bryan Singer, y obtenemos una película tremendamente entretenida.
Serán quizás, los seguidores más fieles de los comics, lo que pongan algún pero, ya que las licencias que se han tomado para esta historia distan bastante de la historia original, y aunque es cierto que la elección de algunos de los primeros mutantes podría haber sido más acertada, si que las modificaciones hechas aportan sentido en pos de construir una historia más cercana al cine, huyendo así de los, a veces, complicados entresijos del comic original.
En definitiva esta película constituye todo un soplo de aire fresco para un género que comienza a estar demasiado trillado, y que en esta ocasión huye de la pre fabricación que pueden tener estas películas de estudio, para ofrecernos un producto que puede satisfacer tanto a espectadores ajenos a la saga, cómo a seguidores acérrimos.
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viernes, 3 de junio de 2011
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