sábado, 11 de junio de 2011

El día que...

Me reencontré con mis compañeros de EGB

Es curioso como evolucionan las relaciones humanas, y es que con el avance de redes sociales, esa típica escena  de película americana, en la que la clase del 68 se reune en un gimnasio, llevando pegatinas "Hello, my name is", está cada vez más al alcance de cualquiera.


Pertenecí a un gran grupo de EGB, estuve en el mismo grupo desde el primer curso hasta el último, al igual que muchos de mis compañeros, y  tengo el grato recuerdo de haber pasado esos inocentes años rodeado de pequeñas grandes personas.




Quien más y quien menos ha tenido un mínimo de contacto en estos años, y es que han pasado algo más de 15 años desde que dejara la escuela, pero al menos en mi caso, había demasiados de los que apenas sabía nada desde entonces, y aún quedan algunos que ni siquiera se si reconocería.


El destino quiso que 3 de las personas que compartieron esos años nos dejaran tempranamente, una de ellas muy recientemente, por lo que los pocos que ya estábamos en contacto decidimos que era un buen momento para intentar buscarnos y juntarnos a todos, que no había mejor forma que rendir homenaje a sus memorias que reuniéndonos y recordando tantas buenas historias que nos dejaron una infancia compartida.




Es extremadamente curioso descubrir cómo han crecido, cómo han madurado, lo distintos que somos ahora muchos de nosotros, los caminos tan diferentes que tomaron nuestras vidas, pero es increíblemente satisfactorio ver como en apenas 5 minutos puedes recuperar la confianza con una persona que hace más años que no ves, que años la conociste, descubrir que esa conexión y complicidad sigue ahí, dormida, pero intacta, y que al igual que el niño que seguimos teniendo dentro, puede despertar.




Quizás hubiera sido más carismático que esto sucediera dentro de algunos años más, quizás este momento de caos no es el mejor para enfrentarse a las incómodas situaciones en las que tienes que hablar de tu vida cuando esta está llena de incertidumbre, quizás pensaras que estas cosas no eran para ti, pero quizás si esperas más, quien sabe quien más no podrá acudir, quizás descubras que eres quien eres también gracias a ellos.




Definitivamente no esperaremos otros 15 años para volver a vernos... 

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