miércoles, 8 de junio de 2011

Hoy he visto...

X-Men 
"First Class"


Y lo he pasado genial...

Película que nos sitúa en los años 60, y que nos muestra, a través de la relación entre Charles Xavier (Profesor X), y Eric Lensherr (Magneto), los orígenes de los X-Men, y el cómo se dieron a conocer los mutantes al mundo.


Allá por el año 2000, los 
X-Men fueron llevados por primera vez a la pantalla grande, y con gran éxito, y es que tanto por la riqueza de algunos de sus  personajes como por las referencias políticas y sociales, esta saga es de lo mejorcito que Marvel puede ofrecer.


Matthew Vaughn, quien fuera también director de la reciente "Kick-Ass", ha sido el encargado de dirigir esta precuela, en la que, aunque desvinculado de la dirección, se nota la mano de Bryan Singer, quien fuera director de las dos primeras y más celebradas películas de la saga, y que en esta ocasión ha ejercido como productor y creador de la historia.


X-Men siempre fue de las sagas Marvel que más me interesaron, por un lado nos mostraron un universo de "súper héroes" muy vinculado a la ciencia, y es que los recursos narrativos que nos ofrecen huyen de "magias" o "extraterrestres" para justificar las características especiales de sus protagonistas por medio de mutaciones genéticas, haciendo continuas referencias a la genética y a las teorías de evolución que todos conocemos, y dotando así a la historia de un tono algo más "coherente" que otras sagas. 

Es precisamente mediante este tono, por el cual la historia puede llegar a poseer gran riqueza, ya que uno de los grandes atractivos que tiene son las posibles lecturas sociales que se pueden hacer por medio del rechazo que sufren los mutantes, y el cómo se crean dos corrientes, la una a favor de la coexistencia e integración con los humanos, y la otra a favor de la evolución natural y del derecho a ejercer como nueva especie dominante.


Es a raíz de estas dos corrientes cuando la historia toma fuerza, y a través del origen de la relación entre sus dos carismáticos lideres como se nos plantea la historia en esta ocasión. Los dos actores escogidos para interpretar a los jóvenes "Profesor X" y "Magneto" no han podido ser más acertados, y la química surgida entre James McAvoy y Michael Fassbender nos ha dejado grandes escenas, ambientado todo ello en un contexto histórico que dota a gran parte de la película de un interesante tono retro.

En cuanto al resto de actores, podemos destacar a un Kevin Bacon, que consigue configurar al típico ultravillano con gran facilidad, y es que precisamente todos estos aspectos tan típicos de villano, son lo que dotan al personaje de ese carisma tan familiar.


En X-Men "First Class", tenemos una buena película, que ha sabido hacer renacer una saga que disfrutó de dos estupendas entregas, consiguiendo al menos mantener el nivel de estas dos primeras, ya que tanto en X-Men 3, y en especial en "X-Men Orígenes: Lobezno", la cosa bajó bastante de nivel, pero afortunadamente en esta ocasión, recuperamos el ritmo y encanto que nos mostró Bryan Singer, y obtenemos una película tremendamente entretenida.


Serán quizás, los seguidores más fieles de los comics, lo que pongan algún pero, ya que las licencias que se han tomado para esta historia distan bastante de la historia original, y aunque es cierto que la elección de algunos de los primeros mutantes podría haber sido más acertada, si que las modificaciones hechas aportan sentido en pos de construir una historia más cercana al cine, huyendo así de los, a veces, complicados entresijos del comic original.


En definitiva esta película constituye todo un soplo de aire fresco para un género que comienza a estar demasiado trillado, y que en esta ocasión huye de la pre fabricación que pueden tener estas películas de estudio, para ofrecernos un producto que puede satisfacer tanto a espectadores ajenos a la saga, cómo a seguidores acérrimos.

Valoración: 7/10

Ahí va un trailer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario