viernes, 17 de diciembre de 2010

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The Social Network

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The Social Network nos cuenta la historia de cómo se fundó la red social más famosa del mundo, y de cómo afectó a las relaciones y vidas de sus fundadores, y es que, como reza el cartel de esta película, uno no puede hacer 500 millones de amigos sin ganarse unos cuantos enemigos.

Facebook lleva 7 años con nosotros, algunos menos en nuestro país, y el impacto que ha tenido sobre la sociedad en todo el mundo es impresionante. Ha cambiado la forma en la que nos comunicamos, tanto, que ha llevado las relaciones personales a otro nivel, hoy en día vivir desconectado de esta, o de otras redes sociales, es estar atrasado, es estar perdiéndose algo, y los que aún resisten de jugar a este juego pueden ser tratados como bichos raros.


Una historia como esta bien merecía ser llevada al cine, aunque es indiscutible que en otras manos podría no suscitar el mismo interés que han sabido implementarle sus autores, y del que sencillamente se podría haber realizado un "soso" documental.

David Fincher ejerce, una vez más, de cronista, como ya hizo en Zodiac. Realiza una perfecta fotografía de este momento concreto de la historia y de su sociedad, sabiendo complementar a la perfección un cuidadísimo guión que nos guía simultáneamente, y de forma frenética, por tres distintas líneas temporales. Apasiona con el retrato que hace sobre el espíritu emprendedor en el mundo empresarial, sobre la importancia de llegar el primero, y sobre cómo nacen las ideas que cubren, y que también nos crean, una necesidad. 


Fincher sólo se permite una filigrana en la magistral escena de la carrera de remo, y es que esta pieza podría extrapolarse perfectamente de la película como cortometraje o videoclip, y aún así encaja a la perfección en la trama, aportándole a esta película un detalle técnico impresionante marca David Fincher. 

Mención también, en este apartado, al trabajo realizado con el actor Armie Hammer, que interpreta a los hermanos gemelos, y es que con una sutil y maravillosa técnica, se consigue que ni siquiera caigas en la cuenta de que son el mismo actor, y no una pareja real de hermanos gemelos.


En cuanto al elenco de actores, cuenta con un joven trío protagonista en el que todos están más que correctos, incluso (para mi sorpresa) la estrella pop Justin Timberlake.

Sin embargo, y sin desmerecer el trabajo que hace Jesse Eisenberg como nerd arisco y asocial, me quedo con Andrew Garfield, y la interpretación que hace del personaje con más carga emocional de la historia.


En definitiva una impecable película, basada en una historia real, que sabe dramatizar en la medida justa en pos del cine y el entretenimiento. 

Ahí va un trailer (jodidamente bueno).


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